miércoles, 21 de marzo de 2012

Desintegración momentánea

Ocultame el alma,
ocultame las ganas
Se que puedes hacerlo
Sin hacer nada

Quiero ver tu odio
por siempre en el aire
palparlo por dentro
sentirlo desde fuera.

Tus armas causan dolor
Las mías causan angustía
Destruye ese valle porque destruido
muestra tu astucia
morir en la calle por igual
morir en la autopista

Me encanta acabar mal
Así descubro que a alguien le importo
no por tanto soy heroe
de como me comporto

Un gran peso sobre mi lengua
Oprime el mal sabor de tanto en tanto
con el dulzor
de los labios lo conservo en mi canto

Inversión de papeles
lo suele opinar quien mas habla
no te fies de mí sino eres de los que callas.

martes, 17 de enero de 2012

Uno de mis tantos porqués en mi vida (en un día interesante)

Curiosamente y no sé porqué, hoy martes 17 de Enero después de una boda estupenda de sendos amigos mios muy queridos entre Jean Michel y su reciente y espléndida mujer Jessica, me ha venido tal inspiración para dedicarle unas lineas a mi blog y no es que sea por una invasión de felicidad al más puro estilo el "puntillo" de la copita de cava que se nos ofreció como bienvenida al banquete, ni tampoco ese florecimiento primaveral de anécdotas y tonterias que fueron sucediendo durante dicho enlace matrimonial, sino mas bien una dosis de indignación. Si si, de indignación y no lo digo porque quiera retomar las pancartas para unirme a los indignados del 15-m sino más bien porque ciertas personas repelentes que mas adelantes nombraré me hacen sentir de esa manera.

Todo tiene que ver con lo que se hace en el pasado, o lo que unas duras secuelas pueden dejar en relación a lo antaño vivido, pero sigo sin entender el comportamiento de la familia de mi madre, ni sus extraños intentos de querer congraciar conmigo (a priori la más viable). A veces me dan sensación que aparentan odiarme, otras veces te van persiguiendo de manera marathoniana por todo el sitio donde te encuentras como hoy en la boda, que parecia que estaba jugando al escondite y solo para dedicarte un pusilánime saludo, y otras veces se dedican a criticarte a tus espaldas sobre un cierto comportamiento. En definitiva, son como una partida de ajedrez contra Kasparov, no sabes por donde te saldrán la jugada.

Lo cierto que para todo esto me gustaria saber; ¿Qué puedo hacer para pasar desapercibido de ellos? O lo que es más a sabiendas que quieren realmente congraciar conmigo, ¿Cuándo van a demostrarme que de verdad van a cambiar? Me quedo con la opción más segura de todas en tener que hacerme un bunker subterraneo para no tener que toparme con ellos nuncas más.

Y como lo más seguro que lean estas lineas que le dedico en pos de mi satisfación, voy a enviarles un cuerdo saludo de esta manera: "Podreis jugar a muchas bandas, pero nunca acabareis siguiendo la directriz de una sola". Dicho esto lo más seguro que se andarán preguntando que habré querido decir con esto, pues el cerebro de ellos no llegan a tanto. Es penoso que personas con lo espabilada que son, por no decir algunos "Inteligentes" no se preocupen en cambiar como personas y solo se dediquen a batallar sobre quien tiene la razón, que por supuesto ya se de antemano que ellos siempre son los más bonitos, lo mejores, etc. Pero en fín siempre nos quedará la otra familia, la de mi padre que de momento superan a la mencionada por 5-0 aunque sea demostrando poca hipocresía y ya solo me queda en cruzar los dedos porque no vuelvan a soltar su tipico repertorio "Que le paza a Shonatán, paeze que tá enfadao zin que ze le hasha hesho ná".

De todo esto me ha servido para que me vuelvan las ganas de hacer mis peripecias con el blog que ya abandoné hace tiempo por falta más que de ideas por motivación y que me sirva para mantenerlo activo el mayor tiempo posible con los posteos que se me vallan pasando por mi cabezita.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Otra forma diferente de dar la bienvenida

Mirar quiero ahorrarme tiempo en dar la bienvenida, así que mi única recomendación para leer mi blog es que os fijeis en el título y si lo veis interesante dejar un comentario de mala muerte para cagarme en todos vosotros

Jonathan Contreras